Marta se alarmó cuando le dolieron los oídos por primera vez en la discoteca. Sus amigos pretendían tranquilizarla cuando le dijeron que se acostumbraría a la música a gran volumen.Lo que no le dijeron es lo que eso significaría: que dejarían de dolerle los oídos una vez perdida la sensibilidad fina con riesgo de daño permanente. La pérdida de sensibilidad auditiva inducida por ruido es insidiosa. Las diminutas células sensoriales del oído interno se van desgastando y una vez que han desaparecido no vuelven a regenerarse.
Los sonidos fuertes pueden causar pérdida de sensibilidad auditiva, pero los picos repentinos de sonido de alta intensidad son aún más peligrosos. Por esto es importante evitar el ruido industrial. Las motocicletas ruidosas, los martillos hidráulicos y las herramientas automáticas no sólo emiten sonidos de alto volumen constante, sino también picos de energía esporádicos que destruyen las células ciliares del oído interno. Por fortuna, los picos de energía de la música amplificada se reducen debido a que los amplificadores y alto parlantes no responden adecuadamente. Si el equipo de amplificación tuviese una respuesta más rápida a las ráfagas de sonido repentinas, la pérdida de la sensibilidad auditiva sería más grave de lo que es.
El grado de pérdida de sensibilidad auditiva se hace totalmente patente con la edad. Los jóvenes de hoy serán los viejos del mañana,...quizás los más duros de oído que ha habido jamás.
Fuente:Física Conceptual
"Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará".Agatha Christie
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