La localidad de Devoto, Provincia de Córdoba, cuenta desde hace más de 47 años con un Centro Educativo de Nivel Primario para Adultos (CENPA), que alberga a más de 18 estudiantes de entre 18 y 72 años y funciona en las instalaciones de la Escuela "Domingo Faustino Sarmiento".
La mayoría no sabían leer, ni escribir y por diferentes razones ninguno había podido empezar la primaria.
Las causas que los empujaron a animarse a agarrar los libros y aprender las primeras letras son diversas: algunos contaban con un deseo extremo de poder acompañar a sus nietos en las actividades de la escuela, leerles un cuento o poder comprender las instrucciones de las maquinarias agrícolas que usan en sus trabajos, como así también darle un cierre a esta "materia pendiente" que tenían desde hace años.
Mariela, maestra de grado a cargo del Cenpa Nº 728, en diálogo con el diario local señaló que "los estudiantes asisten a la escuela de Las 19 a 23 y no contamos con grados, sino que la modalidad de estudio comienza con una etapa de alfabetización, seguido de una 1º,2º,3º y 4º de estudio".
En cuanto a la etapa de alfabetización, Mariela dijo que "la mayoría de los ingresantes no saben leer, ni escribir, y para que logren aprender a manejar las primeras letras necesitamos más de un año de trabajo, teniendo en cuenta también el nivel de comprensión de cada uno de los alumnos y a los dos años es cuando aprenden a leer de corrido".
"La mayoría de los estudiantes de nuestra escuela, son personas que trabajan y tienen familias a cargo y por diferentes razones el sistema educativo los fue dejando de lado, ya que tengo alumnos que por ser un poco más "lentos" que la mayoría, no pudieron finalizar sus estudios primarios",agregó la maestra.
La escuela, su segunda casa
Llega la noche y el grupo de 18 estudiantes se reúnen en la escuela, mate de por medio, decidiendo que harán un esfuerzo más para aprender y así alcanzar sus objetivos.
"El grupo de los estudiantes es muy unido, son como una gran familia, porque en estos años de estudio han tenido que afrontar difíciles circunstancias, como la muerte de un hijo, la pérdida de algún trabajo por no saber leer y escribir, entre otros" comentó Mariela.
En este sentido, la maestra afirmó que "éste es el único medio social donde cuentan con un sentido de pertenencia, es su centro de sociabilización, donde se sienten reconocidos e identificados".
La asistencia de cada uno de los alumnos es personalizado, porque "ya que cada uno tiene sus obligaciones laborales, y familiares, cuando faltan más de un día, me comunico con ellos o los visito para saber qué es lo que pasa y si necesitan algo".
Este seguimiento favorece que no se produzca el desgranamiento y que muchos de estos alumnos luego de finalizar sus estudios primarios, tengan deseos de ingresar al secundario de adultos.
Fuente:La Voz de San Justo
"Hay tres cosas que nunca vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida." Proverbio chino.
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